Recorrer la ciudad en bicicleta es una de las alternativas crecientes en Medellín. Son diversas las opciones para quienes desean aventurarse a mirar sobre las dos ruedas.
Si te detienes a mirar el mapa de ciclorrutas de la ciudad, vas a ver que desde el centro hacia afuera se crea un tejido. Medellín tiene cerca de 100 km de ciclorrutas. Una alternativa de transporte para quienes prefieren el uso de vehículos no motorizados como la bicicleta.
Además, desde octubre de 2011, la ciudad cuenta con un sistema de bicicletas públicas que tiene 103 estaciones, aproximadamente 2000 bicicletas y 114 mil usuarios inscritos. Cada día, las bicis se prestan a cerca de 7.600 personas, una cifra que nuevamente va en aumento, pues antes de la pandemia los préstamos eran de 16.000 diarios.
Ver desde dos ruedas
Cada una de las maneras de recorrer la ciudad trae sus propias revelaciones. Quien va en carro sabrá sobre las vías de la ciudad, quien camina conocerá cuáles son las mejores zonas para transitar, quien va en cicla podrá ver, de cerca, todo lo anterior. Un punto intermedio entre la velocidad y la calma, sobre todo si la intención es conocer.
Para Andrés Macía, socio de Turibike, una de las cosas que se empieza a generar el uso de la bicicleta es que cambia la manera en la que se percibe la cotidianidad. “Cuando uno tiene la bici se vuelve un actor de la ciudad. Así se da cuenta de que hay otro montón de actores: el carretillero, la escobita, la señora que vende tintos. Y así empezás a conectarte un montón con los habitantes”, explica.
Turibike es un proyecto que nació hace 4 años y hoy está conformado por 7 personas que ofrecen a turistas y locales la posibilidad de recorrer la ciudad en bicicleta eléctrica. Una opción que favorece a las personas que no están acostumbradas a movilizarse en este medio de transporte.
Sus servicios los ofrecen en inglés y español. El único requisito para los que quieren hacer alguno de los recorridos es saber montar bicicleta con un nivel de habilidad intermedio y que hayan tenido algún acercamiento al ciclismo urbano.
“Yo creo que Medellín puede ser la mejor y la peor ciudad del mundo, dependiendo de cómo se le mire. Cuando vos le estás mostrando la ciudad a alguien que vino a pasar bueno, sí hay un interés por enseñarles lo positivo: la gente que saluda, el buen clima, la diversidad de aves. Desde esa perspectiva, montar en cicla me cambió la vida”, narra Macía.
Qué lugares visitar en bicicleta
El centro de Medellín es una de las principales recomendaciones para conocer la ciudad. Allí se encuentran muchos estímulos visuales y sonoros que contribuyen al parche de andar en bicicleta. Además, también tiene ciclorrutas que hace que sea una zona pedaleable.
Parques del Río es otra de los lugares sugeridos por el experto. Es la oportunidad para disfrutar de las zonas verdes, de ver una intervención urbanística que le da valor al río Medellín y permite entender cómo las personas se han apropiado del espacio público.
De acuerdo con Macía, tanto para ellos como para los usuarios, el espacio anterior sumado al Museo Casa de la Memoria hacen parte de los lugares imprescindibles al conocer la ciudad.
«Ir al museo lo recomiendo por tres cosas: la primera es que llegás por la ciclorruta de La Playa, relativamente moderna. Una prueba de que se puede hacer un urbanismo sostenible. Segundo, porque en esa ruta se ve uno de los árboles más antiguos en el Parque Bicentenario. Y, el tercero, es que el museo es un sitio obligadísimo para entender la historia de Medellín y del país», agrega Macía.

La seguridad ante todo
“La buena pa’ todos” es la premisa que manejan en Turibike, una forma de vivir la ciudad en bicicleta sin buscar conflictos. Una actitud que marca la forma en la que pueden relacionarse con el resto de los actores viales.
Para participar de estos recorridos es obligatorio el uso del casco y se incluye un poncho por si llega a presentarse la lluvia. Así como ellos, hay muchos otros colectivos que se han dedicado a generar experiencias para quienes quieran dejarse sorprender al conocer y reconocer la ciudad. ¿Qué espera para intentarlo?