Medellín es una ciudad rica en aves. Solamente en el Pueblito Paisa se ha registrado el avistamiento de 100 especies de aves distintas, mientras que en otras zonas del Valle de Aburrá se habla de unas 200 especies.
Muchas habitan entre la vegetación, escondidas. Hay otras que se han acostumbrado al bullicio de la ciudad y nos acompañan en el día a día, desde los cables o en los árboles que crecen entre el concreto. En la Feria de las Flores, son protagonistas de espacios como Florecer: Feria de Orquídeas, Naturaleza y Tradiciones, pero para verlas en su estado natural, traemos esta guía con los mejores lugares para deleitarse con los colores y sonidos de nuestra fauna.
Un valle rico en aves
En la ciudad, distintas organizaciones llevan a cabo salidas guiadas de avistamiento de pájaros. Una de las más conocidas es la Sociedad Antioqueña de Ornitología, encabezada por Mauricio Trujillo. Esta lleva 35 años estudiando las aves del departamento y realizando ‘pajareadas’.
“Medellín y el área metropolitana aún conservan mucha fauna. Si usted sale a la calle y mira el primer árbol que aparezca, va a ver aves. Estas son especies que se supieron adaptar a ecosistemas más intervenidos, mientras que hay otras que solo se ven en ciertos bosques porque necesitan condiciones especiales”, comenta.
En el Valle de Aburrá existe una gran variedad de ecosistemas. Gracias a que abarca alturas que van desde los 1.100 msnm hasta los 3.000 msnm, en cada uno de sus pisos térmicos se pueden encontrar distintos tipos de aves. De estas se han registrado 540 especies.
Puntos perfectos para ver aves
De acuerdo con Trujillo, existen unos «puntos calientes”, que son ubicaciones en las que se han registrado mayor cantidad de aves, a través de la aplicación eBird. Gracias a esta, ciudadanos del común pueden hacer una especie de inventario de los pájaros que observan. Por eso, si usted desea salir a ‘pajarear’, estos son los sitios en los que es casi garantizado que su misión tendrá éxito.
- Reserva Natural La Romera: ubicada en el municipio de Sabaneta, en la parte alta de la cuenca La Doctora. Cuenta con un registro de 400 aves.
- Reserva Natural Romeral: ubicada en el municipio de Caldas, al sur de Medellín, tiene cerca de 200 aves registradas.
- Cerro El Volador: este se encuentra cerca a la Universidad Nacional. Allí se han observado 220 especies, aproximadamente.
- Cerro de las Tres Cruces: uno de los cerros tutelares de Medellín, situado en el corregimiento de Altavista, al suroccidente de la ciudad. Se han registrado 160 especies distintas.
- Jardín Botánico: este lugar, dedicado a la conservación de la fauna y flora, cuenta en sus 13,2 hectáreas de extensión con 200 especímenes de aves.
- Vereda El Noral: ubicada en Copacabana, en el norte del Valle de Aburrá, tiene registradas 150 especies.
- Pueblito Paisa: en este popular atractivo turístico habitan 100 especies.
Las aves más reconocidas
En las salidas y recorridos no solo se va a observar, sino que también se aprende sobre nombres, costumbres y prácticas de cuidado con los pájaros.
Muchas de estas especies las vemos y escuchamos todos los días, pero poco se sabe sobre sus características u orígenes. Estas son algunas de las especies más populares, comunes y vistosas que se observan en el Valle de Aburrá.
- Bichofue: este pequeño convive con los habitantes de la ciudad y es muy reconocido por su particular canto, de ahí su nombre, pues parece pronunciar la expresión ‘bichofue’ todo el tiempo.
- Sirirí común: otro habitante de la ciudad que se encuentra frecuentemente posado sobre los cables de electricidad.
- Cacique candela: una especie que solo se encuentra en Colombia. Llamada así por el color rojo brillante en su vientre.

- Mielerito: le atrae el azúcar, la miel y en general todo lo dulce. Suele verse mucho en los bebederos de los colibríes.

- Cucaracherito común: es reconocido por sus atractivos cantos. Vive en las partes altas de los árboles por lo que es difícil de ver.
- Azulejo y verdulejo: una de las aves de Medellín más comunes, reconocidos por estos colores característicos.

- Guacamaya roja: probablemente fueron traídos como fauna ilegal y se terminaron adaptando al ecosistema. Construyen sus nidos en palmas muertas.
Otros más difíciles de ver son las tangaras, aves de hermosos colores vivos, y los turpiales, que son desafortunadamente víctimas de la caza ilegal por su hermoso canto.


También, pueden verse periquitos, carpinteros, barranqueros o santamarías, y hasta gavilanes, sobre todo en épocas de migración en la que cientos de especies de aves de Norteamérica vienen a pasar el invierno a zonas más calientes.

Primera vez en el avistamiento
Si es su primera vez ‘pajareando’, le damos estas recomendaciones para que sea una experiencia agradable de principio a fin:
- Lo mejor es que hagas la salida acompañado de un guía. La Sociedad Antioqueña de Ornitología, por ejemplo, cuenta con ornitólogos especializados para ello.
- Debe llevar binoculares y ayudas visuales como cámaras fotográficas ya que muchas aves viven en las partes altas de los árboles o son muy esquivas, lo que las hace difíciles de observar.
- Es recomendable llevar ropa que proteja como camibusos y sudaderas de colores oscuros o estampado camuflado, botas, protección solar y sombrero.
- Portar hidratación y alimentos.
- Los mejores momentos para ver aves son desde las 5:30 hasta las 9:00 de la mañana y desde las 4:00 a las 6:00 de la tarde, pues son las horas de mayor actividad.
- La época del año perfecta para observar la mayor cantidad de aves es de octubre a abril, ya que durante estos meses las aves de Norteamérica vienen a pasar el invierno al Sur.
- Existen aplicaciones como eBird o Merlín, que ayudan en la identificación y el registro de aves, y son de gran utilidad a la hora de salir a pajarear.
Recuerde que lo más importante es llevar ganas de aprender y la curiosidad para poder disfrutar completamente de esta conexión con la naturaleza.
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