Hernán de Jesús Atehortúa lleva 44 años cargando la tradición silletera. En la edición 65° del Desfile de Silleteros fue ganador, con el quinto puesto, en la categoría artística. Nos contó su vínculo con las flores.
En 1975, Hernán de Jesús desfiló junto a su papá Feliz Atehortúa en el Desfile de Silleteros. Tenía diez años y es la primera imagen que recuerda cuando se le pregunta de dónde se origina su relación con las silletas. Ese día no llevaba una, sino una canasta con flores.
Es de la vereda Pantanillo que pertenece a Envigado, pero, según dice, es como si fuera Santa Elena. Toda su vida gira alrededor las flores. No solo elabora silletas artísticas, sino que cultiva una gran variedad de pompones. Afirma que la tradición fue una «herencia de su padre».

Elaborar una silleta
Junto a sus dos hijos, Juan Camilo y Duván Andrés, está siempre en el proceso de diseñar y armar la silleta. Opina que esa compañía y formación en la cultura silletera es el mejor legado que les puede dejar. Por eso, cada vez han buscado innovar en esta creación artística para que, a pesar de ser una tradición, tenga cada año una novedad.
En 1993 fue ganador absoluto con una silleta redonda y con tercera dimensión, pues antes solían ser únicamente cuadradas y planas. Pesaba aproximadamente 100 kilos y aludía al silletero como «la bella imagen de Antioquia ante el mundo».
«Los silleteros estamos cada día evolucionando y buscando creatividad en este tipo de trabajo. Al estilo de la tecnología que busca a diario que las cosas mejoren, que la gente no se acostumbre a lo mismo. Así, buscamos nuevas formas en la parte artística», cuenta Hernán Atehortúa.
Dependiendo de la complejidad del trabajo es que dura el proceso de creación. Pueden transcurrir de 20 a 30 días desde el momento de ideación. Cuando van a elaborarla, se reúnen, dan ideas y llegan a conclusiones. Uno sugiere añadir algún elemento, mientras el otro quitar alguno. «Es algo que se hace en conjunto y en familia», comenta.
Sin embargo, no siempre hay tanto tiempo para hacer la silleta. Tal fue el caso cuando en 2019 fue ganador en la categoría artística con la silleta de Egan Bernal, quien se había coronado campeón del Tour de Francia 15 días antes del Desfile de Silleteros de ese año. Entre hacer tener la idea y desfilar su obra pasaron menos de dos semanas.

Viajar por el mundo como silletero
Gracias a su labor como silletero ha representado a Antioquia y al país internacionalmente. Ha visitado Inglaterra, Italia, España, Venezuela y Estados Unidos. «Colombia me la conozco toda, prácticamente. He tenido la oportunidad de viajar de feria en feria con mis silletas», destaca.
Desde entonces, cada año, ha tenido algún premio en diferentes modalidades. Son más de 20 sus galardones. Reconoce que su labor como silletero ha impactado en muchos lugares y celebra que, cada día, haya más personas interesadas en un desfile al que, en sus inicios, no «le paraban tantas bolas».
«El Desfile de Silleteros es como como una fiesta y tú sabes que al mejor artista lo ponen a lo último, porque si lo ponen al principio, se acaba la fiesta. Eso mismo pasa con la Feria de las Flores. El último día es para el desfile. Es porque cuando un silletero se para en cualquier parte del mundo está representando a Colombia», concluye Hernán Atehortúa.