Evolución de los autos en Antioquia: de caminos de herradura al auto utilitario 

Texto por: Juan Guillermo Correa, fundador y miembro de la Junta Directiva del Museo del Transporte.

En la Feria de las Flores se celebra el tradicional desfile de Autos Clásicos. Pero, ¿te has preguntado cómo era transportarse en en épocas pasadas y cómo llegaron estos autos utilitarios a transformar los estilos de vida? Aquí te contamos.

Para llegar al tipo de transporte que conocemos hoy muchos procesos marcaron la historia. FOTOS ARCHIVO DE LA FAMILIA GONZÁLEZ CABRA. 

Hasta el siglo XVIII, Santa Fe de Antioquia, ese pueblo dedicado hoy al turismo y a los planes recreativos, había liderado en el departamento los procesos de transporte de carga. Sin embargo, durante esa época, Rionegro logró apoderarse de ese prestigio debido a que por sus caminos de herradura llegaban, desde el río Magdalena, las cargas de mercancías que se enviaban a Medellín. Para 1800, entonces, se convirtió en el centro de actividad económica de Antioquia.

Además, en 1826, el entonces presidente encargado Francisco de Paula Santander, nombró a Medellín como capital del departamento, lo que hizo que la pérdida de importancia de Santa Fe de Antioquia fuera más notoria: el auge de negocios y mercancías provenientes del río Magdalena, y el gran desarrollo dirigido hacia esta naciente ciudad principal.

Pero, ¿cómo era la comunicación entre Medellín y Rionegro?

Había varias opciones pero la más utilizada tenía como protagonista al corregimiento de las flores: Santa Elena, que contaba con los caminos de herradura la Bocana y el Tirabuzón. Eran senderos zigzagueantes que conducían de Medellín a la vereda El Plan, y de ahí a Rionegro.

Más adelante se construyó —en reemplazo del camino de la Bocana que estaba en malas condiciones—, el camino el Caunce por donde, de forma intrépida, se movilizó por primera vez un Ford modelo T. Fue en 1925 que desde Medellín hacia Rionegro este aparato logró hacer el primer viaje y reemplazar las mulas y bestias utilizadas tradicionalmente para transportar mercancías.

Este era el Ford modelo T, de Luis Cabra, durante el primer viaje a Rionegro en 1925.

Finalmente, en 1927, se construyó la carretera conocida como Troncal de Oriente, que unió el trayecto Medellín-La Bocana-Santa Elena-Rionegro. Oficialmente, esta vía se inauguró en 1928 y fue nombrada La carretera de Santa Elena.

Otra forma, menos utilizada, para conectar a Medellín con Rionegro fue el antiguo Camino de Guarne, que más adelante se denominaría Carretera de Guarne y, a finales del siglo pasado, se transformaría en la Autopista Medellín- Bogotá.

Existieron también otros caminos que ascendían desde Envigado hasta la vereda Las Palmas. Estos fueron el inicio de lo que en 1993 se constituiría como la carretera de la Loma del Escobero.

Decisiones que facilitaron el progreso

Desde años atrás, Medellín venía pensando en cómo lograr la conexión con otros lugares y por ende, abrirle las puertas al desarrollo. Por esto, en 1921, el Concejo de Medellín aprobó la construcción de una carretera que comunicara la ciudad con la Estación Radiotelegráfica de Las Palmas, pues hasta ese momento solo se podía acceder por caminos de herradura, no funcionales ya para la época.

Luego, en 1923, la ciudad se conectó con el mundo a través de estas antenas Vía Marconi, tecnología que lideró el presidente Pedro Nel Ospina. Y hacia 1924, la Junta de Caminos aprobó la construcción de la vía a Rionegro desde el alto de las Palmas. 

El nacimiento de las empresas de transporte y la llegada del primer automotor

La primera empresa de transporte que se conoció en Medellín fue la de don Modesto Molina, por allá en el siglo XVIII. Estaba conformada por un carro pesado llamado ‘La Diligencia’, y tres vagones que eran empleados para el servicio de pasajeros, y, además, contaba con una carretilla para carga. A La Diligencia la arrastraban cuatro mulas. 

Pero, ¿en qué momento se incorporaron los motores a las formas de transporte que ya se estaban adelantando? Fue a comienzos del siglo XX que llegaron lo automotores a revolucionar las formas de comprensión del transporte. Estos permitieron la evolución rápida del movimiento de pasajeros y de carga, y generaron progreso a las principales regiones del país.

A Bogotá, por ejemplo, llegó el primer vehículo utilitario gracias a Ernesto Duperly. Fue un autobús de marca Rapid que, más o menos en 1908, recorrió con éxito la ruta Bogotá-Tunja.

Los camiones y el progreso de la economía

Los caminos de herradura, entonces, se transformaron en trochas por donde desfilaban los nuevos protagonistas: los automóviles. Su finalidad era transportar pasajeros y carga, y así se convirtieron en autos utilitarios.

Las empresas fueron las más beneficiadas y, por ejemplo, la reconocida marca Postobón utilizaba estos pequeños utilitarios marca Ford, modelo T delivery 1912, para distribuir sus productos en ciudades como Cartagena.

Para sumarle un peldaño más a la escalera de progreso del país, en 1913 llegó a Colombia el primer camión. Fue obra del empresario Valluno Don Benito López Valladares, quien fundó varias empresas en el Valle como Cali Electric Light and Power Company, compañía que en 1910 inició el servicio de luz eléctrica en esa ciudad. Además, fue el impulsor de la Compañía de Navegación por el Rio Cauca, exportador de café, cueros, oro y dueño de la mina de carbón Las Cruces.

Para esta última actividad económica, Don Benito López importó el primer camión que pisó tierras colombianas. Este novedoso auto se encargó de transportar el carbón y fue una revolución en el país pues reemplazó a las mulas dedicadas a este oficio.

Don Benito López Valladares posa al lado de su camión Reo modelo J de dos toneladas del año 1913, toda una innovación para aquel tiempo.

Pero la idea no solo fue importar camiones que facilitaran el trabajo, sino que Colombia tuviera la posibilidad de distribuirlos. Entonces, en 1915 Antonio Puerto y Cía. consiguieron la distribución de camiones White.

La subsidiaria de Antonio Puerto realizó las ventas para la ciudad de Medellín de la marca de camiones Graham Brothers y, por otro lado, el señor Efraín Fajardo C. fundó en 1917 en Medellín la agencia que se encargó de la representación de la afamada marca de camiones White. 

Estos autos utilitarios, en especial los pequeños camiones que llegaron de 1915 a 1925, trajeron evolución y progreso, y aceleraron el flujo de mercancías y productos de la naciente industria antioqueña. 

El señor Gustavo Pradilla, conocido luego como Pradilla Hermanos y, más recientemente como Praco y Cia, sería el pionero hacia 1918 de la distribución de pequeños camiones de dos toneladas marca Steward.

Los autos: representación de la historia antioqueña

La prestigiosa marca de camiones Mack era representada en Medellín por R. E. Restrepo & Co. Aún hoy se puede ver en la ciudad el camión Mack AC de 1919 que conserva la Fábrica de Licores de Antioquia, pues fue restaurado por el experto coleccionista Humberto Tamayo.

Este vehículo movilizó desde su llegada los productos de la Fábrica de Licores, en aquel entonces denominada El Zacatin, que estaba ubicada en el barrio La América. 

El camión Mack AC de 1919 que transportaba los licores de la FLA.

Posteriormente, en 1922, los señores Olano importaron los primeros camiones marca Indiana. Estos provocaron gratos e importantes recuerdos en la ciudad. Se vendían en el afamado edificio Olano, ubicado en el Parque de Berrío.

Más adelante, en 1925, se popularizaron en Medellín los autobuses para doce y dieciséis pasajeros. Esta innovación tenía como punto de partida la Plaza de Cisneros pues allí llegaban estos vehículos utilitarios que transportaban a obreros de La América, Hatoviejo (hoy Bello), Itagüí, Envigado, La Estrella y Caldas, Esto, en definitiva, marcó el desarrollo de la ciudad.

Con la inauguración del primer tramo de la carretera al mar, aproximadamente en 1929, los automóviles y los pequeños camiones Ford modelo AA lograron llegar hasta la población de Santa Fe de Antioquia. Aparecieron también los Pick ups marca Chevrolet, Ford, Dodge Brothers, Chrysler y Fargo. Todos estos vehículos abrieron el camino y acompañaron la incipiente industrialización antioqueña. 

Otros vehículos utilitarios que también cobraron importancia en la época fueron los coches funerarios y los que prestaban servicios de ambulancia.

Vehículo que prestaba servicio de ambulancia de la marca Packard.

En Medellín, la compañía antioqueña de automóviles, más conocida como la CADA, fue popular vendiendo gran variedad de autos utilitarios de marca Chevrolet. Se hicieron famosos las “Bolas” y “los Picku-ps” y pronto aumentaron la cadena de distribución llegando a poblaciones mas lejanas. Además, se aumentaron los viajes a poblaciones cercanas a Medellín. 

Anuncios publicitarios de Picku-ps.

Los Jeep

Luego de la Segunda Guerra Mundial, a Colombia llegaron los Jeep. Estos carros utilitarios entraron por caminos imposibles para transportar producciones especialmente de café. Son conocidos también como camperos por su vinculación con procesos propios del campo. Estos autos marcaron el inicio de una era más moderna.

Jeep al ritmo de la Feria de las Flores.

Así es como el tradicional desfile de Autos Clásicos toma importancia en una región que desde sus inicios visionó otras formas de transportarse como un camino hacia el progreso.

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