Cerca de 150 silleteros participaron del tradicional Trueque de Flores, días previos a la edición 66 del Desfile de Silleteros.
Los dos camiones cargados con flores llegaron a las 11:00 a. m. al Parque Comfama Arví, en medio de pitos y algarabía. Mientras se estacionaban, un grupo de silleteras y silleteros, vestidos con trajes típicos antioqueños, aguardaban con emoción que las aproximadamente 150 cajas de flores fueran descendidas del vehículo.
El Trueque de flores es una práctica tradicional entre los silleteros de Santa Elena. Unos días antes del esperado Desfile de Silleteros, estos se reúnen para intercambiar las flores que son donadas por Asocolflores —Asociación Colombiana de Exportadores de Flores— para la elaboración de las silletas que lucirán el próximo lunes 7 de agosto.
Este año, fueron 600 mil tallos que esta empresa donó a los silleteros. “Donamos 700 mil tallos a la Feria y de esos, 600 mil son para que los silleteros elaboren sus silletas. Este trueque es un momento de inspiración que reivindica los valores y la cultura paisa”, afirmó Luisa Fernanda Pulgarín, coordinadora de asuntos municipales y responsabilidad social de Asocolflores.
Un trueque que representa tradición
Los silleteros, vestidos con poncho y carriel, y las silleteras con falda, blusón y pañoleta, abrieron las cajas con paciencia. En el fondo: margaritas blancas y pompones morados oscuros y claros.
«¿Quién necesita margaritas blancas?», «¿Quiénes pompones morados?», se escuchaba de un lado al otro mientras intercambiaban las flores que necesitan para engalanar las creaciones que desfilarán en la edición 66 del Desfile de Silleteros.
«Esto es una tradición y un trabajo solidario. Aquí venimos a recibir las flores y entre nosotros mismos las intercambiamos, según la necesidad que tengamos. Algunos para sus silletas necesitan flores moradas, otros blancas y entonces lo que hacemos es un trueque«, contó Carmen Emilia Sánchez, silletera hace más de 50 años.
El trueque de las flores es un encuentro representativo de la tradición silletera de Santa Elena. En su esencia, es un espacio para resaltar valores como la solidaridad y el trabajo en equipo, tan característicos de las familias de este corregimiento de Medellín.
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