Así fue la alegría de dos silleteros ganadores

La alegría florece en los rostros de dos ganadores del  65 Desfile de Silleteros de la Feria de las Flores. Así vivieron el regreso a las calles Henry Londoño, ganador absoluto, y John Jairo Gómez,  ganador de la categoría de silletas tradicionales.

Abrieron la muestra de 520 campesinos cargados de flores, al límite de sus fuerzas, movidos por una sensación: el orgullo. Minutos después de dejar sus silletas premiadas, con una satisfacción superior al cansancio, conocimos a dos de los ganadores del desfile de silleteros. El premio más grande para ellos es este día, cuando reciben la ovación de un millón de personas, por cargar la tradición que recibieron de sus padres y de la tierra.

Un absoluto ganador

El momento de la premiación del ganador absoluto del 65 Desfile de silleteros. Foto: Camilo Suárez

Casi se cae la silleta en el abrazo alrededor de la alegría de Henry Londoño Patiño, ganador absoluto del 65 Desfile de Silleteros. El campesino se quitó el sombrero y abrió los brazos al encuentro con la alegría de sus compañeros. Un ramillete de gente florecida, saltando frente a ese monumento floral que abriría el desfile entre un millón de personas por las calles de Medellín. Este floricultor de la vereda Barro Blanco ya había ganado varios premios en desfiles, ahora tenía el que le faltaba para ser un absoluto ganador.

¿Cómo recibió el premio?

Emocionado por este triunfo, que no solo es un triunfo mío, sino de mi familia, que desde anoche estaban apoyándome, pasando trasnochos, horas de sueño, con la lluvia… pero no fue impedimento para hacer la silleta. Y aquí estoy, feliz de volver a las calles de Medellín, a tener el orgullo de ser silletero. La gente fue lo mejor. Estar apoyándonos, la multitud aplaudiéndonos… No, ¡feliz!

¿Cuánto lleva siendo silletero?

Yo llevo 26 años siendo silletero. He ganado en varias ocasiones, pero esto era lo que me faltaba: ganar el premio absoluto. Esto es un orgullo que no sabe uno cómo expresarse. Mejor dicho, una felicidad.

¿Los silleteros no sienten cansancio?

El cansancio pasa a un segundo nivel y ver la gente aplaudiéndolo a uno, gritando “la vuelta”.  Todo vale la pena. Mejor dicho, tanto esfuerzo, tanto cansancio, que no son horas, sino semanas de feria, como decimos nosotros. Gracias a Dios pude obtener el primer premio. ¡Estoy feliz, me siento contento!

¿Ya tiene un heredero de su tradición?

Yo tengo un hijo que, gracias a Dios, me ayudó en el proceso y es el próximo heredero. Uno les inculca mucho la tradición, que no se pierda la tradición en Santa Elena. Que día a día se siente uno más orgulloso de ser silletero. Y gracias a eso, y a la labor que desempeñamos, creo que la gente de acá, de Medellín, está muy orgullosa de nosotros, de vernos volver a las calles.

¿Cómo fue el proceso para elaborar la silleta?

El proceso no es de días, sino de meses. Pensar uno qué va a hacer, qué flores le va a colocar… Pero, finalmente, uno pone a funcionar las ideas y la elaboración fueron dos días de lucha con la silleta. Gracias a Dios las cosas me salieron muy bien.

Háblenos de su silleta

La silleta tenía más de 60 variedades de flores. La idea era darle un colorido y hacer algo novedoso, que años atrás no se hubiera traído. Son días atrás, de pensar qué voy a hacer, sí me sale esto, no me sale esto… todo, con el trabajo, es una lucha del día a día, pero gracias a Dios las cosas se dieron.

¿Usted cultiva las flores que le puso a la silleta?

Unas se cultivan en Santa Elena, otras hay que hacer un trueque con los demás compañeros. Gracias a Dios no somos egoístas y uno cambia esto, el otro cambia esto otro. De todas maneras conseguimos las flores y gracias a eso se hizo un buen trabajo.

¿Quién fue la persona más feliz con su premio?

Mi esposa, mis hermanos lloraban de la felicidad. No sabían cómo celebrar de la felicidad. Se lanzaron ante el público, no les importó nada, sino abrazarme. Fue una felicidad completa en toda la familia.

La tradición de las silletas más hermosas

Entre el abrazo de sus compañeros, John Jairo Grajales Gómez, ganador de la categoría de silletas tradicionales. Foto: Camilo Suárez

John Jairo Grajales Gómez, de la vereda El Porvenir, ya tiene la tradición de estar entre los ganadores del Desfile de Silleteros. Este lunes completó seis títulos consecutivos en la categoría de silletas tradicionales. Ser silletero es lo que lo une a su padre, es su orgullo, junto a su finca El sendero de las flores.

¿Qué siente de ser ganador por sexta vez consecutiva?

Me lleno de una satisfacción muy orgullosa, de ser, de 420 silleteros adultos, elegido con estos galardones año tras año. Ya llevo esta tradición de obtener estos galardones seis años seguidos el premio. Es un orgullo para mí poder laborar en el campo, trabajar duro para poder sacar este producto, embellecer y engalanar la ciudad de Medellín y el mundo entero. Tengo mucha alegría. Mi familia, mis hermanos, todos trabajamos para obtener estos premios que nos brinda la Feria de las Flores.

¿Qué es lo que más valora de ser silletero?

Me siento muy orgulloso. Soy un campesino de cepa. Esta es una tradición que me dejó mi papá y no la puedo perder, porque fue lo que mi papá me enseñó a hacer. A labrar la tierra y a darle duro hasta que yo pueda sacar mis hijos adelante. Ya tengo dos hijos que son profesionales. Con esta tradición fue que saqué mi familia adelante.

Usted siguió el legado de su padre, ¿quién seguirá el suyo?

Este nieto que tengo acá es un niño muy apasionado por la Feria de las Flores. Estuvo participando en el desfile, fue ganador de este homenaje de traer la silletica a Medellín. Yo me siento muy orgulloso de todos estos trabajos se laboran en el campo día a día para que pueda haber un desfile y lucirlo en la ciudad de Medellín.

¿Cómo reacciona su familia cada vez que gana?

Reaccionan tan felices que ya estoy preparado para una cena. Es un orgullo saber que la familia está totalmente de acuerdo, que ya me tienen la confianza de que cada año que vengo voy a llevar algún galardón.

¿Cuál es el secreto para ganar?

El secreto para ganar cada año es el empuje, la berraquera, el amor por el campo y elaborar la silleta con 80 o 100 variedades de flores, que es lo que manejo en mi finquita. Un orgullo poder compartir con todo el mundo esto.

Háblenos de su finca

La finquita se llama El sendero de las flores. Está abierta al público. Se pueden meter a las redes, buscando en Instagram Sendero de las Flores, yo creo que ahí aparece ya matriculada, para el que quiera subir y mirar mi finquita. Allá los vamos a estar esperando.

Doña Rosa, toda una vida de tradición

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