Más de un millón de personas salieron a las calles de Envigado y Medellín para ver el Desfile de Autos Clásicos y Antiguos. Después de la interrupción provocada por la pandemia, este evento tradicional de la Feria de las Flores celebró su edición 25.
Son diferentes, son de otro tiempo; motores rugiendo, pinturas brillantes, rodando por las calles como en sus mejores años. Una caravana de 285 automóviles de 1900 a 1985 participó de la edición 25 del Desfile de Autos Clásicos y Antiguos.
Encendieron —algunos después de varios intentos—, y entre los aplausos de un millón de personas recorrieron las calles de Envigado y Medellín. Salieron de El Colombiano, por la avenida Las Vegas, Mayorca, la avenida Regional, San Juan, la avenida El Ferrocarril y la avenida Carabobo, para llegar a la Universidad Eafit.
De los vehículos participantes, 140 estuvieron por primera vez del desfile, 60 de ellos llegaron de ciudades como Bogotá, Pasto, Duitama, Cali, Pereira, Bucaramanga y Ocaña. Con el requisito de 35 años de antigüedad como mínimo, fue el momento para que se estrenaran en el evento muchos autos de los 80.
El carro más valioso para los conocedores fue un Chrysler de 1939; uno de los 258 que se fabricaron en su época. Fue restaurado durante seis años para debutar en el desfile.
Además, se crearon categorías nuevas en esta cita, con autos de las marcas más requeridas por los colombianos. Fueron parte de la caravana los Toyota desde los modelos FJ hasta las camionetas Land Cruiser 60. También los BMW de la serie E30 y varios Mercedes Benz Pagoda.
Un reencuentro con las historias
Para el director ejecutivo del Museo del Transporte de Antioquia, Carlos Alberto García, volver a la presencialidad ha permitido seguir enriqueciendo el acervo histórico, patrimonial y cultural que hay detrás de cada auto. «El regreso del desfile significa un reencuentro con la alegría del público al paso de la caravana. Escuchar nuevamente los piropos de los asistentes que viajan al pasado con la nostalgia al ver los modelos de sus antepasados que vuelven a rodar por la ciudad», dijo.
«Este Impala es el único que hay en Colombia, fue traído de Venezuela hace muchos años. Hubo otro de estos, que fue de la ex Miss Universo Luz Marina Zuluaga, pero no se sabe qué pasó con él, no ha aparecido ni está restaurado», contó Gloria Betancur, feliz, en un Chevrolet Impala de 1958, con vestido de pepas rojas, al estilo de los 60. «Este carro se demoró 10 años en restaurarse, porque en las condiciones en que estaba era otro contar», agregó.
«Yo los veo desde la historia —cuenta Jorge Ignacio Ruiz, ingeniero mecánico, asistente al desfile—. Los carros reflejan el momento económico, social en que la sociedad vivía. El desfile me da la oportunidad de contarles a mi hija y a mi esposa lo que pasaba en el mundo. Hay carros militares, de transporte y carros que fueron marcando tendencia: deportivos, de granja, los europeos».
José Gabriel Sanín, de 82 años, participó del desfile con su familia y su Ford Mainlane de 1954. «Ese carro me costó 40.000 pesos, el 30 de septiembre de 1971. Yo me casé y a los seis meses conseguí primero el carro que el apartamento», contó.
Ha participado en más de 20 ediciones del Desfile de Autos Clásicos y Antiguos. «Tuve otros carros, pero conservé este. Lo llamamos El cariño verdadero. Lo mantengo parqueado, y cuando hay paseos a pueblos con el Museo del Transporte, yo voy. También se presta el servicio para matrimonios».
Desfile de Autos Clásicos y Antiguos, una tradición
El 7 de agosto de 1996, un miércoles, se realizó la primera edición del Desfile de Autos Clásicos y Antiguos como parte de la Feria de las Flores. Un total de 87 vehículos participantes salieron de la sede de El Colombiano y llegaron a la avenida La Playa, cerca del teatro Pablo Tobón Uribe.
La directora de El Colombiano, Ana Mercedes Gómez, encargó al periodista Carlos Puello, crear un evento masivo en la Feria de las Flores. Puello contactó a los clubes clásicos y antiguos de la ciudad y organizaron el desfile. Desde aquella primera vez, el periódico ha sido patrocinador del evento.
El desfile se repitió cada año hasta 2019 y se consolidó como uno de los más importantes en su tipo en el mundo y uno de los eventos más reconocidos en la Feria. Aunque la emergencia sanitaria por la covid-19 impidió la continuidad en 2020 y 2021, los amantes de estos autos y quienes venían restaurando los suyos desbordaron las inscripciones tan pronto se anunció el desfile de 2022.
«Un agradecimiento muy especial a El Colombiano, al Museo del Transporte, pero sobre todo a cada uno de ustedes. Con su participación en este gran evento de ciudad están ayudando a todos los niños enfermos del corazón», dijo la directora ejecutiva de la Fundación Santiago Corazón, Luisa Fernanda Muriel. Desde la primera edición, los excedentes que deja el desfile se destinan a instituciones benéficas.
Son diferentes, son de otro tiempo. Y en el corazón de sus dueños, serán para siempre.
