Placas azules, el orgullo para los “viejitos”

Por Juan Guillermo Moreno 
“Todos los carros antiguos son viejos, pero no todos los viejos son antiguos”, suelen decir los entusiastas y coleccionistas de los autos de época. Porque una cosa es un carro viejo, que es el que tiene muchos años encima y se le notan, y además ha perdido su originalidad paulatinamente o está descuidado en su presentación, y otra muy distinta es un antiguo en toda regla, es decir, aquel que ha sido preservado con mimo o cuya restauración se ha llevado a cabo con toda rigurosidad y conservando los parámetros originales con los que fue fabricado. 
En otras palabras: los que se ven como si acabaran de salir de la agencia.
Desde 2005, con la propuesta de los clubes de automóviles clásicos y antiguos y la aprobación del Ministerio de Transporte, se otorgan las ya conocidas “placas azules” a los automóviles que cumplen el estándar establecido para ser catalogados como vehículos históricos
Es entonces esta la máxima distinción para un auto de época y, naturalmente, el mayor orgullo para su dueño. “La placa de auto antiguo es una certificación al mérito del coleccionista que se ha preocupado por conservar o restaurar un carro y mantenerlo en las mejores condiciones de originalidad y presentación”, cuenta Carlos Tisnés, director ejecutivo del Museo del Transporte Fundación, entidad avalada para juzgar y otorgar este reconocimiento en Antioquia, en asocio con los clubes Acla y Clam con sede en Medellín.

¿Cómo se obtienen?

Para que un automóvil sea considerado como antiguo o clásico y así aspirar a las placas especiales debe, en el primer caso, cumplir 35 años de edad como mínimo, esto es, haber sido fabricado con una fecha no mayor a 1984, si se cuenta desde el año en curso. Para categorizarlo como clásico el requisito es más estricto, pues estos solo son una serie de automóviles construidos entre 1925 y 1948, pertenecientes a 104 marcas (la mayoría ya desaparecidas) y que se encuentran en un listado que solo avala el Classic Car Club of America en los Estados Unidos.
Es decir, todos los clásicos son antiguos, pero no todos los antiguos son clásicos. En Colombia, por ejemplo, se estima que no hay más de 30 clásicos en existencia.
Una vez se constata que el auto tiene la edad mínima requerida, se presenta el carro, previa cita, ante la entidad respectiva, un club de autos clásicos y antiguos (hay nueve en Colombia ubicados en Bogotá, Medellín, Cali, Pereira y Bucaramanga) o en nuestro caso, el Museo del Transporte Fundación.
El juzgamiento
Para que un vehículo tenga la aprobación de los jueces necesita tener como mínimo 90 puntos de originalidad. Los especialistas evalúan, con un formulario especialmente diseñado para el tema, aspectos como el chasis, la suspensión, el interior, la tapicería, el motor, la caja de velocidades, el sistema eléctrico, los vidrios, las llantas, la batería, los biseles, emblemas, los limpiaparabrisas en fin, todos los elementos según los parámetros y las referencias dadas por el fabricante. Lo que no sea original o no lo tenga al momento del examen, le resta puntos.
“Por ejemplo, un carro que no tenga la tapicería original, pero haya sido retapizado conservando las sillas originales, puede tener tres puntos sobre cinco, si tiene la tapicería original de fábrica, son cinco puntos. Si la tiene original, pero está deteriorada y en una calidad de presentación inaceptable, tiene solo un punto. La calidad en la presentación es muy importante, puede ser original todo, pero si está acabado no pasa”, aclara Tisnés.
Las conversiones también restan puntaje por nimias que sean. Si se pasó el sistema eléctrico de seis a doce voltios, si se extrajo el dinamo, si se cambiaron platinos y condensador por encendido electrónico, todo es castigado. Tampoco se juzgan carros por fotos o traídos de otras ciudades en las que haya clubes establecidos.
Los juzgamientos se suelen llevar a cabo una vez al mes según el volumen de solicitudes presentadas, que deben ir acompañadas de una foto del exterior e interior de cada carro. Este debe estar armado, en condiciones de rodaje y con todos sus elementos funcionando.
Costos
El juzgamiento tiene un valor de un salario mínimo legal mensual vigente ($828.000 para 2019). Si el carro es aprobado para placas se le entregan al propietario una serie de documentos oficiales con la firma de los jueces y presidentes de los clubes. 
En estos papeles se le solicita a la secretaría de tránsito correspondiente el cambio de las placas amarillas tradicionales a las azules de antiguo o clásico, según el caso. Este trámite puede tardar, de acuerdo con cada secretaría, un promedio de dos meses. Hay unos trámites legales en el tránsito que pueden tener un costo extra de unos $400.000. Por eso, el proceso completo puede tener un valor estimado cercano a los $1.300.000.
Hay carros que en un primer juzgamiento no pasan la prueba, pero son susceptibles de arreglos y tienen una segunda oportunidad si atienden las sugerencias de los jueces para lograr la originalidad deseada, esto sin costo adicional, pero deben esperar un año para volver. Otros se muestran en un estado tan lamentable que no tienen chance de pasar nunca y otros pasan derecho, incluso con el máximo puntaje de 100, aunque es muy escasa la vez que esto ocurre.

Revisiones periódicas
Los clubes han observado un fenómeno que se presenta con algunos autos a los que se les otorgan las placas azules y es que muchos ejemplares sufren modificaciones posteriores que atentan contra su originalidad, especialmente cuando cambian de manos y sus nuevos dueños no valoran lo que tanto le costó al anterior propietario para conservar el vehículo en la mejor condición posible, entonces proceden a “personalizar” el carro, muchas veces con dudoso criterio, haciéndolos impropios para llevar las placas diferenciales.
Las quejas en las oficinas de los clubes y las denuncias en las redes sociales o en medios de mensajería electrónica son constantes y se hacen en la gran mayoría de los casos de manera injusta contra los propios clubes por una presunta falta de idoneidad a la hora de juzgar, poniendo en entredicho sus conocimientos y buena fe, pues una vez juzgado un carro, se le pierde la pista y es imposible hacerle un seguimiento periódico.
Por eso se está tomando la iniciativa por parte de la Federación Nacional de Clubes de Autos Clásicos y Antiguos para que cada cierto tiempo se establezcan revisiones a los carros que portan estas placas, amparados por el Ministerio de Transporte y con el fin de constatar su estado de originalidad y que no haya sido modificado ni estética ni mecánicamente. Sería algo así como una revisión tecnicomecánica aplicada a los antiguos. 
En caso de notar que las alteraciones hacen impropio a un vehículo para portar las placas, estas podrían ser retiradas.
Ventajas
El obtener las placas azules precisamente exime al carro de la revisión tecnicomecánica tradicional que debe hacerse cada año, pero esta exención solo es posible para rodar, no así para otros trámites ante el Runt, como traspasos en una venta, donde sí es necesario obtener este certificado. Como se considera que el uso de estos carros es restringido a eventos especiales como desfiles, exposiciones, paseos, concursos y otro tipo de shows, es posible obtener el seguro obligatorio contra accidentes de tránsito (Soat) solo por tres meses, aunque el consejo es que se saque por el año completo.
La recomendación que hacen los clubes a los propietarios de este tipo de vehículos es mantener en la guantera de sus carros estas resoluciones para presentarlas en caso de que una autoridad de tránsito las exija, pues no todos los funcionarios tienen la información actualizada y estos temas se pueden prestar para malos entendidos en un retén o en operativos del tránsito.
Es importante aclarar que los autos antiguos no están exentos de la medida de pico y placa. “También es posible hacer la reclamación y obtener un 50 % de descuento en el impuesto de rodamiento vehicular, pero la verdad es que ningún carro antiguo pasa de $90.000 como valor máximo a pagar, entonces es más el tiempo que se pierde en el trámite para reclamar veinte o treinta mil pesos”, precisa Carlos Tisnés.
Hoy es el día para que los vea rodar, muy orgullos de esas azules que les dan un número y que les reitera que viejitos y bien cuidados sí están.
Opinión
Carlos Tisnés
Director ejecutivo del Museo del Transporte Fundación

“Mire, la gran ventaja real de obtener las placas que atestiguan a un automóvil como antiguo es el orgullo, el certificado y el prestigio que le da este reconocimiento a un vehículo por tener más de 90 puntos de originalidad y a su dueño por la dedicación, el esfuerzo y la constancia de lograr un proyecto que en muchos casos tarda años de restauración y puesta a punto. Eso hay que valorarlo y rendirle un homenaje a través de las ansiadas placas azules”.

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